viernes, 11 de diciembre de 2009

BALANCE ENTREGA EJ01

Con el objeto de acercar al alumno al entendimiento de los procesos perceptivos que tienen lugar al recorrer los espacios del entorno cotidiano, se ha propuesto como primer enunciado del curso una metodología exploratoria que a continuación exponemos de manera resumida:

Planteamos como referencia desencadenante del ejercicio la propuesta de Steven Holl para el Museo de la Ciudad en Cassino, Italia. Establecemos un paralelismo entre el proceso según el cual el arquitecto trabaja con las propiedades de la luz para organizar la experiencia del museo como una secuencia narrativa desarrollada a través del movimiento, y el proceso de indagación sobre una noción perceptiva escogida por el alumno. El trabajo a realizar en el ejercicio es el inverso de la propuesta de Steven Holl, si en el primero se crean secuencias espaciales, en el segundo se “escriben” secuencias perceptivas a partir de la sucesión de espacios existentes en el campus de la universidad (Holl, Steven, Parallax, Birkhäuser – Publishers for Architecture, Basel, 2000)


Hemos escogido el campus de la universidad porque nos aporta un lugar de uso cotidiano para todos los alumnos, y por las distintas situaciones que se van sucediendo cuando uno lo recorre: contrastes de formas, dimensiones, entradas de luz, texturas, etc.

Los apartados de la metodología sugerida serían tres:

1.- Elegir un concepto a investigar que forme parte del ámbito sensible que conforma nuestro entorno cotidiano. Plantear cuidadosamente un mínimo de tres variables que participan en la definición de dicho concepto.
2.- Detallar la manera de valorar los cambios que las variables anteriores van sufriendo en nuestro recorrido.
3.- Generar un sistema de notación para trasladar dichos valores a un documento gráfico.

Entendemos que después de haberse enfrentado a este primer ejercicio y tras haber compartido todos los alumnos sus respectivos procesos de trabajo, el alumno se encuentra en posesión de más herramientas para afrontar la gestión del espacio.

A continuación ofrecemos una relación de los ejemplos más notables ya sea por el rigor con que se ha dado respuesta al ejercicio, por la originalidad del planteamiento, por el poder evocador del sistema de notación gráfico empleado, incluso por la capacidad de convertir el ejercicio en una actividad lúdica. La selección de trabajos a incluir en este balance es independiente de las calificaciones obtenidas por los alumnos. Todas las imágenes incluidas pertenecen a sus redactores.

CONCEPTOS INVESTIGADOS y VARIABLES ESCOGIDAS

Se ha trabajado sobre nociones diferentes que a su vez han tenido distintas implicaciones en el proceso de trabajo de cada uno. Luz, reverberación, textura, porosidad, sensación de amplitud, grado de fluidez, cantidad de movimiento, relación natural – artificial, porcentaje de ocupación del espacio, sensación de densidad, presencia, confort fisiológico…

Lidia García establece que en la definición de la sensación de amplitud interviene en primer lugar la distancia en metros a ambos lados de nuestra trayectoria, pero considera también la rugosidad del límite físico, entendiendo que el paramento más rugoso se percibe más próximo y el más liso o pulido se percibe más distante, y la posibilidad de expansión visual de la estancia atravesada hacia el exterior. En un proceso similar, Nerea Recalde estudia el grado de fluidez de desplazamiento en la universidad, para lo cual mide amplitudes, cantidad de personas que circulan por cada área y estrechamientos o barreras con que tropieza el flujo de circulación.


METODOLOGÍAS DE TRABAJO

Silvia Balboa considera la situación cambiante en su desplazamiento de áreas de luz, áreas de sombra y presencia de personas. Compone una serie de fotogramas cuyas imágenes han sido tratadas previamente para obtener tres áreas: blanca (luz), negra (sombra) y roja (personas), a través de este registro podemos entender de un vistazo la masa dominante en cada parte del recorrido. Las imágenes no son impresiones subjetivas sino expresiones objetivas en las que la presencia se vuelve legible.


Rodrigo Ruiz trabaja sobre la espacialidad del cuerpo a través del desplazamiento. Mide pasos, calcula la proporción de su cuerpo respecto a la altura del espacio, registra cada una de las personas en su camino y el color predominante en cada estancia como fondo de su acción. Los elementos móviles (personas y actividades) son tan importantes como las partes fijas en la definición del espacio.

Las citas que incluimos a continuación refuerzan el planteamiento del alumno:

«...lejos de que mi cuerpo no sea para mi más que un fragmento del espacio, no habría espacio para mí si yo no tuviese cuerpo. Si el espacio corpóreo y el espacio exterior forman un sistema práctico, siendo aquél el fondo sobre el que puede destacarse, o el vacío ante el que puede aparecer el objeto como objetivo de nuestra acción, es evidentemente en la acción que la espacialidad del cuerpo se lleva a cabo, y el análisis del movimiento propio tiene que permitirnos el comprenderla mejor» (Maurice Merleau-Ponty, Fenomenología de la percepción [1945], Ediciones Península, Barcelona 1975) el subrayado es mío.

«Es más estimulante cuando podemos sentir nuestro movimiento en relación con otra persona en otro camino, tomando y perdiendo conciencia de esa persona…» (Robert J. Yudell, “Body Movement”, en Kent C. Bloomer y Charles W. Moore, Body, Memory and Architecture, New Haven: Yale University Press, 1977)




Guillermo Fernández trabajando con el color y Carmen Sanz registrando los valores de luz, temperatura y humedad se acercan a un mayor entendimiento de nuestros procesos fisiológicos estableciendo los grados de confort en que los órganos y tejidos de nuestro cuerpo se encuentran en las distintas estancias recorridas. En esta misma línea Alejandro Vázquez estudia los grados de confort lumínico considerando tanto factores subjetivos (los efectos agradables de la luz) como objetivos (requerimientos en función de la actividad principal a desarrollar en cada estancia). El alumno tiene en cuenta las siguientes variables: origen de la luz (artificial / natural – orientación N, S, E, O), tipo de emisión (puntual / difusa), forma de recepción (directa / indirecta), grado de reflexión de las superficies que limitan cada espacio…




Santos García estudia los ritmos que la iluminación artificial impone al espacio. Para ello realiza su recorrido de noche y trabaja con imágenes tratadas en que los puntos de luz destacan sobre un fondo difuso y en penumbra. De manera similar, Patricia Municio incluye en dichos ritmos de iluminación la presencia de la madera, que en la universidad se encuentra vinculada a la presencia de luz (vigas intercaladas con luminarias lineales y carpinterías de ventanas). Las distintas situaciones encontradas se trasladan a unos iconos que incluyen los cinco planos que componen nuestra envolvente al caminar (dos planos de pared, plano de techo, de suelo y fondo).





Álvaro Antoranz estudia la reverberación del sonido en una serie de estancias que presentan grandes contrastes geométricos y de altura de techos. Realiza la toma de datos de la siguiente manera: emisión de sonido, grabación de reverberación, introducción de la grabación en un programa informático (Cubase), estudio de las gráficas de sonido correspondientes a cada estancia, configuración de un diagrama final que engloba esta información.



Berta Hernández toma como referencia para su trabajo el proyecto Stretto House (Dallas, 1989-92) de Steven Holl. El arquitecto expone la manera en que estructura la casa entorno a la pieza “Música para instrumentos de cuerda, percusión y celesta” escrita en 1936 por Béla Bartók. La pieza musical está dividida en cuatro movimientos en los que se superponen instrumentos de percusión (pesados) y de cuerda (ligeros). Donde la música tiene una materialidad en instrumentación y sonido, esta arquitectura intenta establecer una analogía en luz y espacio a través de la fórmula [(material x sonido) / tiempo] = [(material x luz) / espacio]. Berta, a partir de este proceso, crea su propio “juego” compositivo vinculando notación musical y la masividad de los elementos constructivos.


Jesús Miguel González, atraído por un vídeo encontrado en internet sobre los efectos físicos del sonido sobre la materia, trabaja con las imágenes generadas por una grabación que realiza mientras camina por la universidad. Colocando partículas de azúcar sobre un folio situado encima de la fuente de sonido (altavoz), registra las figuras geométricas que el azúcar va formando ante diferentes tonos de sonido.



María García centra su atención en la secuencia de texturas de suelo. Dramatiza cada textura contrastando al máximo cada imagen, y estudia el grado de incidencia de la luz, factor capacitado para resaltar o disimular las particularidades de dichas texturas. Presenta su documento gráfico como si de los fotogramas de una película se tratara, señalando mediante una banda roja la posición de la fuente de luz, y con unos zapatos rojos la posición del espectador.




Juan Antonio Carmona y Francisco José González, a modo de programadores, basan su ejercicio en generar con rigor un diagrama en que podamos introducir datos de cualquier secuencia y obtener automáticamente cierta información relacionada con la luz natural.


TOMA DE DATOS

Los recursos para “medir” los valores de las variables escogidas han sido muy variados. Aquellos alumnos que han estudiado las relaciones porcentuales de dos elementos, lleno – vacío, presencia de lo histórico – presencia de lo nuevo, macizo – hueco, porcentaje de ocupación..., han calculado áreas, ya sea in situ o mediante imágenes sobre las que se han dibujado polilíneas. Para medir parámetros como la intensidad de luz, varios alumnos, cámara réflex en mano, han comparado las aperturas de diafragma que se precisaban para una velocidad de obturación constante, o a la inversa, para una apertura los distintos tiempos de exposición requeridos. Otros han introducido fotografías tomadas en sus desplazamientos, en un programa de edición de imágenes de gran complejidad como es el Photoshop. A través del estudio de los histogramas valoran la cantidad de luz en cada etapa del recorrido.

SISTEMAS DE NOTACIÓN

Pablo Peña propone un documento gráfico traslación de los valores registrados en su trabajo, basado en la escritura de los CD’s. Lierni Otegui y Jose María Iriondo estudian los grados de ocupación del espacio considerando volumen de aire inicial y el resultante de restar volumen de mobiliario y presencia de personas. Los esquemas de proyectos del equipo holandés MVRDV, con frecuencia basados en operaciones de vaciado de un objeto, inspiran el sistema de notación empleado.


Por último queremos destacar el interés despertado por los procesos de comunicación generados al crear cada alumno su propia pareja código – mensaje para dar respuesta al ejercicio. En este sentido podríamos ubicar el ejercicio dentro del terreno de la semiótica.